Ni el mejor guionista de cine podría haber contado la increíble historia que tuvo que vivir Atlético en Ecuador. El "Decano" protagonizó una verdadera película, que bien podría quedar nominada para los premios Oscar. Es que el conjunto tucumano realizó una tremenda odisea para llegar al partido de vuelta ante El Nacional en el Estadio Atahualpa, por el desquite de la segunda fase de la Copa Libertadores, que finalmente, como todo buen filme, tuvo su final feliz. Porque ganó por 1 a 0 el partido en Quito y avanzó a la próxima ronda del certamen internacional.
Claro, esta historia arrancó ayer muy temprano. Por problemas en su vuelo el Decano tuvo que trasladarse desde Guayaquil a Quito en otro avión y no en el que tenía contratado. A causa de eso, el plantel llegó tres horas tarde al estadio, excedió el límite que concede el reglamento de la Conmebol, pero por la buena predisposición de los dirigentes del conjunto local finalmente pudo jugar la revancha ante El Nacional.
En medio de este caos, Luis Juez, embajador argentino en Ecuador, viajó con el grupo de jugadores desde el aeropuerto a la cancha y desde el micro les avisaba a los medios de comunicación que el partido tenía que jugarse sí o sí. "Dejen de romper las pelotas con el reglamento. Que nos esperen 15 minutos más", decía el político cordobés.
El choque debía arrancar ayer a las 21.15 (hora Argentina) pero el equipo tucumano llegó al estadio Atahualpa minutos después de las 22. Se metieron corriendo al vestuario, se pusieron la camiseta de la Selección (prestada para la ocasión) y realizaron un breve calentamiento en el campo de juego. El partido arrancó 22.42.
Y allí fue otra la historia. Pese a la odisea que vivió Atlético en la previa, los de Pablo Lavallén salieron a jugar de igual a igual y a justificar el esfuerzo que hicieron para jugar este partido tan esperado. Y consiguieron las chances más claras en el primer tiempo.
Fernando Zampedri, con la camiseta de Lautaro Martínez, se perdió el gol a los 24 minutos con una palomita por el segundo palo que se fue apenas desviada. El centro había sido de Di Plácido. Luego Barbona -de gran partido- tuvo su oportunidad, pero le faltó definición. Era más Atlético, pero no encontraba romper el cero. El Nacional, muy diferente al que vino a jugar a Tucumán, estuvo más metido en el juego brusco y en los reclamos que en el partido. Así se fue la primera mitad.
Ya en el complemento, la historia no fue muy diferente. Atlético volvió a tener la iniciativa y las mejores chances. Zampedri volvió a tener otro centro pasado y nuevamente su palomita se fue cerca del segundo palo, ahora en el otro arco. Pero el mismo delantero iba a tener una tercera oportunidad.
A los 18, tras una excelente jugada de David Barbona, Fernando Evangelista tiró un centro desde la izquierda, la pelota se desvió en un defensor y le quedó a Zampedri para que cabeceara por encima del arquero Cuero. La pelota entró casi pidiendo permiso y desató el festejo de los miles de tucumanos que llegaron a Quito.
Ahora, Atlético deberá jugar con Junior de Colombia, que le ganó la serie a Carabobo de Venezuela. En caso que los tucumanos se impongan en ambas llaves integrarán el Grupo 5 de la Copa Libertadores de América, que cuenta con Peñarol, de Uruguay, Palmeiras, de Brasil, y Jorge Wilstermann, de Bolivia.